La técnica de diafanía es luz espiritual, tal como la poseyeron los santos. Esta práctica conduce a elevar la vibración personal y favorecer procesos evolutivos que atraen a nuestra vida personas afines, que se reconocen mutuamente y se aúnan con fines espirituales. Todo fluye como la luz de santos que irradia y transforma.
Es un brillo profundo como el de la tensión interna (que permite la llegada de la gracia divina). No modifica el orden aparente de las cosas. Es un resplandor por el cual, primero en mi interior, luego en mi cuerpo y más tarde en mi entorno, se produce un baño de luz que surge de mí, intensificando y dando relieve a todo lo que se me acerca. Toda situación se vuelve única, encantada. Cuando hay diafanía se está en un goce que ningún poder del mundo puede igualar, ni nada puede impedir que ese fenómeno crezca y penetre en mi alma y en todo lo que me rodea.
No podemos forzar su aparición: primero, porque puede afectarnos físicamente; segundo, porque su encanto radica en la gradualidad con que se manifiesta; y tercero, porque debo esperar a que la Gracia venga.
La persona que practica esta técnica de diafanía se encuentra con seres igualmente iluminados. Son imanes que hacen que las almas se reconozcan y trabajen para el pleroma, la Nueva Tierra. Puede venir acompañada, o no, de múltiples carismas, siempre irradiando la luz de santos que guía el camino espiritual.
Duración: 40 días.
Importante: Debe realizarse después de haber trabajado al menos dos de las Técnicas para la adquisición de virtudes teologales. Si se hiciera a la inversa, se obtendría una Gracia Gratis Dada y se incurriría en falta (concepto teológico).
Materiales: Un cirio. Sahumerio para técnicas (buscar preparación en Sendero de Ciencias Sagradas).
Contador Alquímico: debe fabricarse (también está en el mismo Sendero).
Desarrollo:
Debo seguir las cuentas con formas del contador alquímico.
Me persigno, enciendo el cirio y el sahumerio para técnicas, y rezo:
1ª cuenta: Un Padrenuestro.
2ª cuenta: Un Ave María.
3ª cuenta: Pedido: “Señor Dios, es Tu Voluntad, que mi alma y mi cuerpo se llenen de la Luz de Tu Rostro”. Amén.
Medalla de la Virgen: Por visualización (en Ciencias Sagradas se le llama “fantasía verdadera”), imaginamos la Luz del Señor en nosotros. Miro la luz del Cristo que me da la vida y calor. Permanezco el tiempo que desee expandiendo la Luz de mi corazón a todo mi cuerpo físico, hasta tener un aura tan grande como desee. Al principio puede costar, pero con el paso de los días será más fácil. Esta visualización fortalece la técnica de diafanía como medio de elevar la vibración personal.
1ª estrella: “Señor, sabemos y presentimos que estás por todas partes en torno a nosotros, pero parece que hay un velo sobre mis ojos. Haz que brille en todo Tu Rostro Universal. Que tu brillo profundo aclare hasta las entrañas, las oscuridades densísimas en cuyo seno me muevo. Y para esto envíame tu Espíritu, cuya acción inflamada puede operar sola los principios y la perfección de la Gran Metamorfosis, hacia la cual confluye toda perfección interior y por la que gime vuestra Creación”. (Leer comprendiendo su significado).
2ª estrella: “Señor, ahora estoy segurísimo. Ni la vida, cuyos progresos aumentan el contacto que tienes sobre mí, ni la muerte que me permite ascender hacia Ti, ni las fuerzas espirituales que son tus instrumentos vivos, ni las energías de la materia en donde te has sumergido, ni las irreversibles ondas de la duración, de las que en última instancia controlas el ritmo y el fluir, ni las insondables profundidades del espacio que miden tu grandeza (Romanos 8); nada de todo esto podrá separarme de tu amor sustancial, porque todo ello no es más que el velo, la ilusión bajo la cual vienes a mí para que yo pueda tomarte”.
3ª estrella: Concentrarse en la Luz del Señor en mí, diciendo una oración o pidiendo esa luz por intercesión de un santo amigo (oración libre). Aquí puedo decir “La Gran Invocación” tres veces seguidas.
1º pie – Sutra o Conjura:
“Domine, fac ut videam, illumina vultum tuum super nos. Sit splendor Domini nostri super nos. Spiritus principalis. Emite Spiritum tuum, et creabuntur. Et renovabis faciem terrae”.
2º pie:
“Señor, atraviesa todo.
Señor, intensifícalo todo.
Señor, engrandécelo todo, que yo te sostenga en mi corazón y que en todo Tú me sostengas a mí”.
Solcito (sol pequeño):
“Dios mío, haz que para mí brille Tu Rostro en el centro de este cuerpo y de esta alma. Jesús, Salvador del dolor humano al que confieres un valor de vida, sé la salvación de la unidad de mi alma. Fuérzame a abandonar mis mezquindades y, apoyado en Ti, arrástrame por el océano desconocido de la caridad”.
1ª cuenta final: Diez Padrenuestros o nombrar veinte Santos Católicos agregando después de cada uno: “Ruega por mí”. Yo prefiero nombrar aquí diez Maestros Ascendidos, Arcángeles y santos que son Maestros Ascendidos. La frecuencia es más elevada en estos últimos casos. No así con los santos católicos, pero es una elección personal.
Ejemplo:
San Francisco de Asís, ruega por mí.
San Martín de Porres, ruega por mí.
San Miguel Arcángel, ruega por mí.
2ª cuenta final: Idem anterior.
3ª cuenta final: Idem anterior.
Importante: Los nombres no deben repetirse. Son todos distintos (ver listado de Santos y de Maestros Ascendidos en Sendero de Ciencias Sagradas).
Apago el cirio.
Se usa el mismo cirio durante los 10 días en que se trabaja una virtud. Se enciende y se apaga cada día. El último día se deja consumir hasta el final.
Esta técnica de diafanía es una práctica espiritual destinada a elevar la vibración personal y a expandir la luz de santos en el mundo.
Un abrazo de luz
Brinda Mair
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