La Misericordia Divina para la humanidad es una fuerza que nos envuelve y sostiene en este tiempo de grandes cambios y ascensión planetaria. Esta oración canalizada invita a abrir el corazón, a pedir la intercesión de la Virgen María y a unirnos en intención para que la luz divina alcance cada rincón de la Tierra. A través de esta invocación, nos conectamos con una corriente de amor incondicional que trasciende lo personal y se dirige al bien común. Si resuenas con este llamado, únete con fe y esperanza.
Todos necesitamos en nuestra vida grandes dosis de Misericordia Divina. “Pide y se te dará”, dijo el Maestro Jesús: Pidamos Misericordia Divina para la humanidad en ascenso. ¡Hagámoslo así!
En nombre del espíritu yo… (digo mi nombre completo) invoco al Dios Padre Madre, el Uno, al Hijo y al Espíritu Santo y les pido que escuchen la oración que elevo a Mi Madre.
Bendita Madre María, Gracia de Dios que abres a los Hombres tu amoroso corazón de Madre, a ti te pido Misericordia Incondicional Divina:
Por los que sufren,
por los que esperan,
por los que desesperan,
por los desesperanzados,
por los afligidos,
por los traicionados,
por los que tienen roto el corazón,
por los que enfermaron sus cuerpos de tanto dolor del alma,
por los que han perdido el camino al Padre atraídos por falsas luces,
por los que lo han perdido todo,
por los ciegos de espíritu,
por los que viven en las tinieblas,
por los que han perdido el alma,
por los poseídos, obsesionados y subyugados,
por los que no pueden morir,
por los que no pueden resucitar,
por los que viven una vida que es muerte, sin Dios,
por quienes adoran falsos ídolos y no saben lo que hacen,
por los sedientos de luz,
por los que dan la mano al necesitado,
por quienes son faros que indican el camino a seguir,
por los generosos,
por los benevolentes,
por los clementes,
por los misericordiosos,
por los justos,
por los inocentes,
por los crisoles de todas las especies,
por la Naturaleza sufriente y por la Madre Tierra,
por todos los que esperan la Segunda Venida de Jesús, haciendo su esfuerzo humano por encontrarle en este mundo,
por todos y por cada uno,
que la Misericordia Divina de tu mano, Bendita Madre María, nos envuelva en una lluvia de luz que nos abra el camino de la esperanza y de la fe.
Oh Maestro Jesús, muéstranos el camino del Oficio de Cristo para que podamos reunirnos contigo muy pronto. Acuérdate de nosotros, ten piedad.
Que así sea, hecho es, eternamente.
REZAR TRES AVE MARÍA Y UN GLORIA
Señal de la cruz o cruz cabalística si la conoces.
Amén, Amén, Amén, Amén.
Canalizado por Brinda Mair – 15/08/2011 – 8PM – Buenos Aires
Notas al margen:
La Misericordia Divina es una energía femenina asociada a María y otros seres, como Kwan Yin. Ella se relaciona con el 11º chakra, que trabaja el poder del Cielo y los poderes de la Tierra, la idolatría y los conflictos humanos que provoca el estar atrapados en ilusiones. De allí los tipos de pedidos que hay en esta oración.
Si así lo sienten, les sugiero prender una velita con estas intenciones. No puede haber pedidos personales: se trata de dar, de servir, de aprender a ser incondicionales. Lo que reciban será por añadidura, pero sin deseo ni canje.
Pueden realizar esta práctica durante el tiempo que deseen, en series de cuarenta días o de forma continua. El número 40 es poderoso para manifestar luz en el mundo físico, pero también pueden hacerlo “solo por hoy”.
Todos los días enciendan una vela nueva (una vela larga pueden cortarla en tres partes) y, si lo desean, acompáñenla con incienso o el sahumerio para técnicas preparado previamente.
Que la Misericordia Divina de la Madre nos envuelva a todos con Su Manto.
Que el Espíritu nos guíe siempre.
Un abrazo desde el Alma,
Brinda Mair
Deja una respuesta