Cuando los individuos se resisten a mutar, suelen generar hechos repetitivos provocados por estar atrapados en una trampa o pozo energético del astral planetario. Las crisis existenciales, que forman parte de un ciclo kármico, pueden desencadenar situaciones que ayudarán a salir del pozo, cambiando la situación.
Consulta: Querida Brinda, en una constante búsqueda te he hallado. No sé aún ni pienso el porqué de mis líneas hacia ti. He leído algo en tu página y me llamó la atención la palabra Laberinto, no sé por qué. Te comento un poco de lo que me acontece: tengo 45 años y estoy en concubinato hace 10 años; el tema es que no estamos pasando por el mejor momento en la pareja. Ahora hay algo que me llama la atención: si bien las cosas no están color de rosas, los días martes suceden siempre los choques entre nosotros o, si no, mi pareja se transforma y parece otra persona. Siempre todo lo que ocurre es en día martes, y esos mismos días yo tengo como pequeños ataques de pánico, sudoración, taquicardia, etc., que comienzan los lunes al anochecer. Bueno, disculpa por robar tu precioso tiempo y ¡bendiciones!
Evelina (Bs. As., Argentina)
Hola, Evelina:
Hay veces que es posible observar en la vida diaria hechos repetitivos que afectan al plano emocional. Es como si existiera una fuerza que la persona reconoce como externa a ella, la cual tuviera el poder de sumergir cíclicamente al grupo de almas involucrado, en la frecuencia del Plano Astral Planetario, provocando en ellas la exteriorización de sus tendencias destructivas (externas e internas). En muchos casos, esas repeticiones forman parte de un ciclo kármico más amplio que empuja al aprendizaje.
Esa escuela del Alma tiene por propósito inducir al alma que ya esté lista para su despegue espiritual, a soltar y ascender al próximo estado de consciencia. Esto lo hará por expansión de consciencia, que es una muerte simbólica o despertando de la ilusión que la mantiene atrapada, o bien por muerte física. Sea como fuere, el grupo humano debe mutar y la crisis, acentuada en la exteriorización de emociones desbordadas, como por ejemplo la ira o la depresión, ayuda al proceso. Cuando este proceso no se activa, el ciclo kármico se prolonga y repite sus lecciones hasta que son integradas.
Si la persona se evade del compromiso energético de mutar mediante el uso de drogas, o bien mediante el recurso psicológico de no ver lo que no se quiere ver, o se protege a sí misma mediante una amnesia energética voluntaria, la cual la hace olvidar los malos momentos recordando solo lo que quiere recordar, prolongará este estadio de entropía, de muerte energética autodecretada, hasta que la vida física de algún integrante del grupo termine, ya sea por autodestrucción (muerte provocada por la propia mano o bien por dejarse morir antes de tiempo) o por muerte natural al fin de un ciclo.
Como la Misericordia Divina es infinita, esta copa de dolor se bebe en pequeñas dosis al comienzo. La energía busca entonces generar un cambio en el grupo. Pero, sin embargo, muchas veces, los que temen cambiar, crean anticuerpos contra todo lo que pudiera cambiar la estructura que desean mantener y recrean la ilusión de una vida que en realidad es muerte, donde nada bueno ocurre, solo se subsiste o se recrean situaciones cíclicas tal como la que comentas, sin Ascensión.
¿De dónde proviene la energía que desencadena el sumergir a esas personas en ese pozo energético del astral planetario? Pues de la pentadimensionalidad abierta. Recordemos que el Universo es económico. Aprendizajes similares se reúnen por vibración de uno y del otro lado del tiempo. Cuando las energías se equilibran, las puertas se abren y la energía profundiza el aprendizaje de las almas involucradas, las cuales no pueden hacerse las distraídas ante tanta presión 4D y, por lo tanto, tendrán que ver lo que no quieren ver o bien cargarán el peso energético de lo que no quieren soltar, en su cuerpo multidimensional y terminarán enfermando físicamente (emocionalmente ya lo están).
Demos un ejemplo: supongamos que una mujer es engañada por su marido. El grupo básico está formado por la pareja —hombre y mujer— y «la otra». En este caso, no consideraremos hijos ni otros seres presentes para no dificultar la explicación, pese a ser ellos también parte integrante del grupo humano a considerar, dado que están presentes en 4D (emociones, pensamientos, creencias).
El hombre no se decide a dejar ni a la una ni a la otra. La esposa, ignorante o no de la situación, no clarifica lo que siente porque teme perder lo que cree tener. La «otra» presiona al hombre a decidirse por ella. El hombre tiene raptos de ira como mecanismo para liberar la presión 4D que soporta. Cuando la energía de la traición de este y del otro lado del tiempo, se reunan en la pentadimensionalidad abierta, en un ciclo kármico donde los tres están presentes, el conflicto de lo oculto, se profundizará. Los personajes de esta historia se sumergen así cíclicamente en el Astral planetario donde la energía de su hoy se mezcla con la de sus otros Yo multidimensionales. ¿El propósito? Pues liberar toda esa 4D atrapada en ciclos kármicos abiertos. Cada liberación reduce la intensidad del ciclo kármico y acerca al grupo a su resolución.
Cuando la energía ascienda, el grupo mutará. ¿Cómo asciende? Pues cuando se clarifica la 4D. Esto ocurre cuando alguien actúa contra los sistemas de creencias que sostenían al grupo, por ejemplo: «Hasta que la muerte nos separe». Ocurrirá entonces que tal vez se divorcien, o alguno se enfermará porque la 4D ingresará en el que tenga la energía crisol, o se reencontrará la pareja inicial. No importa el resultado visible. Lo que sí importa es que nadie cargue con la energía que no le pertenece (la cruz del otro).
Este conflicto puede ser vivido en primera instancia como una desgracia, pero seguramente no es así. Es una gran oportunidad de crecer, sobre todo cuando las energías se han mantenido estancadas por creencias. Si la mutación no tuviera lugar, el grupo ingresará en un ciclo de muerte. Sus integrantes estarán «vivos», pero se sentirán muertos. No importa la edad que se tenga: el amor no llega, las oportunidades se desvanecen… Esto ocurre porque las energías han aceptado la entropía debido al miedo a cambiar.
Habiéndote explicado esto, comprenderás ahora por qué en esos momentos tu pareja «se transforma». En realidad, unifica quién es hoy con un Yo multidimensional que carga la misma energía que busca ascender y la presión del Astral Planetario sobre la pentadimensionalidad abierta hace que exteriorice sus emociones. Tu pareja está ingresando en un período entrópico: el destino es mutar, amando incondicionalmente, soltando creencias y permitiéndose dar el uno al otro, otra oportunidad, ya sea juntos o separados, pero sin duda otra oportunidad.
Que el Espíritu nos guíe Siempre
Un abrazo desde el Alma
Brinda Mair
Deja una respuesta