El Experimento Terra buscó elevar la frecuencia de la humanidad hacia el Adán Kadmón y originó la creación del Laberinto multidimensional.
El objetivo principal del Experimento Terra es traer a la simiente crística a la Tierra (semillas estelares) con el propósito de sutilizar a las semillas propias de la Tierra (los verdaderos habitantes surgidos de la evolución planetaria con naturaleza animal) y elevarlos hacia el Adán Kadmón.
El Adán Kadmón representa al humano creado a imagen y semejanza de Dios. Para ello, debía lograr la sutilización de la materia, atravesando sucesivos ciclos de muerte y resurrección.
En el primer experimento, los seres galácticos, viajeros del tiempo multidimensionales, mantenían pleno contacto con su origen. Esto les permitía “hablar con los dioses” y vivir muchos más años, pues el grosor de su
cordón de plata, canal por el cual captamos el prana(1), era considerablemente mayor que el actual. Testimonios de esta conexión y longevidad están registrados en el libro del Génesis.
La sutilización de la materia animal estaba prevista para lograrse en un tiempo terrestre mucho menor. La simiente del Adán Kadmón poseía en sus campos energéticos los códigos para decodificar mensajes divinos, lo que les permitía comunicarse con los dioses. Esto los puso en contacto tanto con los seres de Luz Verdadera como con los de Luz Falsa, los llamados “ángeles caídos”, maestros de luz que eligieron apartarse de las huestes de YHVH y ocupar los cielos inferiores(2). Al perder la conexión con la Fuente de Amor Divino, necesitaron nutrirse de la energía de otros seres que, aun estando conectados, no reconocían su origen divino.
Por libre albedrío, el hombre de la primera raza adámica eligió escuchar a los dioses falsos. Incitados por ellos, intentaron emular a Dios. Esto quedó reflejado en el mito de la Serpiente que tentó a Eva, provocando la pérdida del Paraíso(3). La humanidad de entonces ya había alcanzado un elevado desarrollo tecnológico, con avances en armamento, comunicaciones e ingeniería genética. Sin embargo, como no podían crear almas, generaron cuerpos sin alma para ser usados en tareas de servidumbre, mientras ellos disfrutaban de los placeres y comodidades que les otorgaba su próspera tecnología. Es la Babilonia mencionada en la Biblia(4).
Todo esto era observado desde los cielos superiores con Amor, Comprensión y Justicia Divina: “Si esta simiente corrupta, con un alto grado tecnológico pero sin apertura del corazón para usarlo con sabiduría, se expandiera por la galaxia, intentaría dominar o destruir a otras civilizaciones, pues no podría amar lo diferente.”
La construcción de una antena espacial para viajar con mayor facilidad a otros lugares de la galaxia llevó a las Jerarquías de la Luz Verdadera a tomar la decisión de retirar los códigos que permitían a la simiente caída comprender las lenguas como si fueran propias. Este evento se recuerda como la Torre de Babel, donde se dice que Dios confundió las lenguas por la soberbia del hombre(5).
También se decidió reducir el grosor del cordón de plata y multiplicar los espacios-tiempo-vida(6), de modo que al acortar la permanencia en la materia e incrementar la frecuencia de los ciclos de muerte física(7), la sutilización de la materia pudiera acelerarse.
Al retirarse estos códigos, la humanidad profundizó en la ilusión, perdió el contacto con Dios y con su frecuencia galáctica, acortó su vida en cada espacio-tiempo y multiplicó el número de “vidas” en la multidimensionalidad. Así surgió la necesidad de la creación del Laberinto.
Los Maestros de la Luz Verdadera se retiraron, dejando a los viajeros del tiempo la tarea de limpiar su caída en la Babilonia a través de sucesivos ciclos de muerte y resurrección, hasta que los tiempos se cumplieran y el retorno fuera posible. Antes de partir, dejaron señales en el planeta para que quienes despertaran antes de su regreso pudieran restablecer la comunicación y preparar su llegada.
Mientras tanto, los Maestros de la Luz Falsa que permanecieron como dueños de la situación reforzaron el Laberinto, impidiendo que se encontraran las señales dejadas por los guías de la frecuencia galáctica de las huestes de YHVH.
El juego multidimensional comienza…
Brinda Mair
Fragmento del Capítulo 1 – “El primer Experimento Terra y la creación del Laberinto” del libro Conexión con el Alma – Abandona el Laberinto
Autora: Brinda Mair – Editorial Kier
Notas:
- Prana: Energía vital.
- Cielos inferiores: Clasificación energética; espacialmente, corresponden a la parte periférica de la galaxia. YHVH: Yahvé, Jehová.
- Biblia – Génesis 3: La serpiente seduce a Eva.
- Biblia – Génesis 11: La Torre de Babel.
- Babel: Los pueblos siempre hablaron distintos idiomas, pero al tener los códigos para decodificarlos en nuestros campos energéticos, los percibíamos como una única lengua, aunque no fuera así.
- Espacio-tiempo-vida: Término empleado como sinónimo de encarnación, pero desde un concepto multidimensional, donde las existencias coexisten.
- Reducción de la permanencia y ciclos de muerte: Antes, la vida humana superaba los 600 años; hoy, el promedio es de 70 años. El incremento de muertes en diferentes líneas de tiempo eleva la frecuencia de la materia.
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