
La frase evitemos la desaparición de nuestro mundo debería resonar con urgencia en nuestra sociedad. ¡Preservemos el equilibrio de nuestro planeta! Estamos presenciando lo que podrían ser los últimos días del mundo tal y como lo conocemos. La alarma ecológica ya suena: es una hora crítica. ¿Se estarán cumpliendo las profecías de los tiempos finales? Eso solo lo sabe Dios. Lo cierto es que nuestra implicación en este posible final es innegable y preocupante. La constante destrucción del medioambiente está acelerando el cambio climático y acercándonos a un inminente colapso ambiental global.
Día a día, más de 200 especies de animales desaparecen de la Tierra. Según datos de la ONU, estamos viviendo la mayor pérdida de biodiversidad desde la extinción masiva que eliminó a los dinosaurios. Este alarmante ritmo de extinción nos advierte que debemos actuar ya para proteger la vida en la Tierra y evitar la desaparición de nuestro mundo.
La dificultad para enfrentar esta crisis ambiental radica en el conflicto entre los intereses económicos y la necesidad urgente de frenar la crisis ambiental. Nos enfrentamos a un dilema donde la codicia y la falta de visión a largo plazo nos hacen olvidar que nuestro tiempo se agota. La cuenta regresiva avanza y debemos cambiar de rumbo antes de que sea tarde, porque de no hacerlo encararemos un colapso ambiental global que pondrá en riesgo la continuidad de toda forma de vida.
El clima se vuelve cada vez más inestable e impredecible, provocando desastres naturales y afectando a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, la tendencia general es ignorar el impacto a largo plazo y enfocarnos solo en intereses inmediatos. Es crucial decidirnos a actuar ahora, antes del colapso global. Detengamos la destrucción del medioambiente y preservemos el equilibrio ecológico.
La educación ambiental es una llave concreta. Evitemos la desaparición de nuestro mundo implica concienciar a las generaciones presentes y futuras sobre el cuidado de la casa común. Desde las escuelas hasta los hogares, promovamos prácticas sostenibles y respetuosas con el medioambiente para salvar el planeta. Solo así evitaremos el colapso ambiental global y abriremos un camino hacia la regeneración.
San Francisco de Asís nos enseñó a valorar cada forma de vida y a cuidar nuestro hogar común. Su mensaje hoy es guía y advertencia. El cambio climático es un hecho y exige decisiones firmes. Evitemos la Desaparición de Nuestro Mundo con acciones conscientes y amorosas que ayuden a proteger la vida en la Tierra.
Que el Espíritu nos guíe siempre.
Un abrazo desde el Alma
Brinda Mair
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