El Ojo de la Aguja, también llamado Alfa Omega o Sumidero, es un portal creado por los Elohims mediante dos secciones cónicas yuxtapuestas, fragmentos de hiperespacio plegado. Estas estructuras energéticas permiten el contacto entre dimensiones opuestas y aceleran la evolución de las especies. Las crisis impulsan este tránsito: ya sea por muerte física o simbólica, representan la expansión desde planos de conciencia inferiores hacia niveles superiores.
Ese espacio donde el universo se pliega conecta realidades vibracionales distintas: una menos evolucionada, la otra más elevada. Para cruzar, los seres deben soltar toda densidad que impida su permanencia en la nueva vibración. Esta transformación evoca la enseñanza del Maestro Jesús acerca del «ojo de la aguja».
Al atravesar el punto cero —el sumidero o Alfa Omega— nuestra conciencia se expande, guiada hacia el decimotercer universo y la manifestación de Adán Kadmón, máxima expresión de la civilización adámica en nuestro universo local.
La música del Alma del Canal de Luz Alfa Omega, generada a través de la codificación del Nombre Cósmico, acompaña este tránsito. Así, al avanzar por este canal, nos acercamos a la plenitud del cosmograma de la Civilización Adámica en nuestro entorno universal.
Con todo mi cariño y admiración,
Brinda Mair
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