
En la multidimensionalidad existen muchos futuros posibles. La elección de uno de ellos está predeterminado por nuestras elecciones pasadas y nuestra conciencia atrapada en el plano físico. Sin embargo, esa predeterminación, puede ser cambiada por una crisis en este plano que provoca la apertura de un Alfa Omega. En esos Alfa Omega, cada vibración, cada sentimiento y cada elección nos conecta con un futuro posible. ¿Qué nos hace elegir entre uno u otro o bien nos ata a vivir una y otra vez la misma historia? Desde el punto de vista multidimensional, la elección está condicionada por nuestros apegos, manifestados en contratos del alma realizados en la frecuencia del Universo Kármico.
Nuestra energía no logra soltar la ilusión que cree real. La conciencia retiene los hechos dolorosos, incapaz de perdonar, y se ata tanto a sus “enemigos” de la ilusión como a sus amores imposibles, a sus deseos o a lo establecido por su genética. La influencia de los astros puede generar nubes o burbujas que predisponen a esas alianzas kármicas… ¿Pero dónde estaría la Misericordia Divina si no nos hubiese dado la Fe para contrarrestar tal influencia?
Nuestras creencias y deseos se llevan la mejor parte, porque no hay mayor enemigo que uno mismo para desanclarse de la ilusión. Pero… ¿y si tuviéramos una oportunidad de elegir sin esa influencia? Al menos para ver con claridad, sin condicionamientos. ¿Quién no desearía poder asomarse a la multidimensionalidad y decidir si permanecer donde está o continuar el camino?
Para eso existe el Plano Azul. Allí es posible percibir el conjunto de nuestro aquí y ahora junto con los futuros posibles presentes en los umbrales o cruces interdimensionales que están listos para abrirse con solo poner intención. Ellos coinciden con crisis en este plano.
Cuando los umbrales del tiempo se abren, nuestro dolor o frustración puede cegarnos y no permitirnos ver el tesoro que tenemos al lado. Incluso podríamos morir de hambre sin darnos cuenta de cómo el Universo nos está proveyendo lo que necesitamos.
La activación de nuestro Merkabah o vehículo de luz nos permite balancear nuestra energía para movilizarlo.
Hay momentos de año que favorecen esas alineaciones energéticas tal como eventos astronómicos, portales de luz, pero puedes predisponerlos a través de tu trabajo de ascensión personal.
Recuerda: si no te gusta lo que estás manifestando, sensibiliza tu energía para reconocer los umbrales invisibles que se abren en distintos momentos de la vida, sin esperar a que una crisis lo haga por ti.
Cuando llegue ese instante, mueve tus fichas y cambia tu final predeterminado por un mejor futuro.
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